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El grafeno milagroso y las noticias falsas


Una noticia publicada por los sitios web SinEmbargo y La Vanguardia está volviéndose tendencia entre la comunidad científica en México. Y es que cada vez con más fuerza, tienden a ocuparse de los temas de interés general y observar de forma crítica lo que sucede con las políticas públicas y los medios de comunicación.

En este caso se trata del caso de Diana Quiroz, una ingeniera de Coahuila que, según el sitio, ha llamado la atención de la misma comunidad científica por su trabajo con las capacidades regenerativas del grafeno. La entrada después sugiere que por esta razón fue invitada a un seminario de los Premios Nobel, algo que en una especie de teléfono descompuesto han comenzado a difundir muchos medios.

Con una visión estereotipada, dibujan a la joven de 22 años como una científica que duerme tres horas, no recuerda cuándo fue la última vez que comió pero que es capaz de mantener una conversación con fluidez. Luego afirma que ella al lado de su hermana ha presentado un producto capaz de regenerar heridas, eliminar manchas en la piel y que incluso repara neuronas.

“Ya hay suplementos alimenticios con nanopartículas de oro o plata que se venden en Taiwán; hay cremas para aplicar en la mama con el fin de prevenir el cáncer, pomadas con nanopartículas de plata para prevenir infecciones”, dice el texto.

No obstante este caso ha sido denunciado en diferentes ocasiones. Diana, como se entiende perfectamente, es ingeniera en mecatrónica pero no especialista en química o nano ingeniería; y sí ha presentado su proyecto en la Expociencia, pero ahora sabemos que fue organizada por la minera Peñoles y la empresa Alquimex, que es propiedad de su madre, Sandra Casillas.

Alquimex, por cierto, se dedica a la comercialización de esos productos: Óxido de grafeno y “Nanopartículas” de oro. 

¿Dónde está la trampa? En que el grafeno sí podría usarse para el tratamiento del cáncer, aunque se encuentra todavía en fase de investigación, y no para cualquier tipo ni para eliminarlo por completo, sino para reducir tumores y prevenir el desarrollo posterior. Es decir, que se juega con la esperanza de la gente usando verdades a medias; aunque claro, como solemos decir por acá, una verdad a medias es en realidad una mentira disfrazada de verdad. Obviamente la investigación no ha sido realizada por Diana sino por un grupo de científicos de la Universidad de Manchester. De hecho ella no cuenta con artículos científicos que respalden su investigación, algo de suma relevancia para entender su trabajo, si acaso existe de forma seria.


Hace tres años, el Instituto de Química de la UNAM hizo un análisis a una muestra presentada por Sandra Casillas y esta contenía trazas de grafeno, óxido y un hidrocarburo. Se ha tolerado porque las leyes mexicanas son laxas con los productos que lleven la leyenda “suplemento alimenticio” en la etiqueta. El problema es que no se trata de un producto inocuo sino todo lo contrario, de una sustancia tóxica.


Su producto es uno de tantos productos milagro que se venden en el mercado y no es diferente a cualquier tratamiento terapéutico de la llamada medicina alternativa, apoyada por la creencia popular y las pseudociencias. No es diferente a la comercialización de “plata coloidal” y homeopatía.

Por lo pronto el laboratorio Alquimex se convierte en otro punto de riesgo para la salud en México. Hasta el momento COFEPRIS ni los periódicos La Vanguardia y SinEmbargo se han pronunciado al respecto.

En Causes,com se ha comenzado una campaña contra la distorsión pública de la Nanociencia: "Llamamos a la COFEPRIS a tomar cartas en el asunto de los productos milagro con grafeno para la cura de enfermedades sin ningún tipo de permiso sanitario ni estudios clínicos". Si quieres apoyar, puedes hacerlo desde aquí.

Para saber más

Comunicado de la página I+D en nanotecnología

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