Mesianismo y culto al líder político
El siglo XXI ha traído consigo el regreso de medidas políticas que parecen tener como único fin atraer la simpatía de los votantes. Y no hablo de la izquierda o de la derecha. En ambos casos se le ha dado prioridad a la fe en los caudillos.
Por encima de las propuestas políticas o de su capacidad para gobernar, está su carisma. La legitimidad que les otorga la popularidad. Estos liderazgos fácilmente pueden caer en el culto a la personalidad.
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