Banner encabezado

David Icke: ¿Charlatán o paranoico?

David Vaughan Icke es un exfutbolista, antiguo comentarista de deportes y también un excandidato político. Pero es mejor conocido porque durante una rueda de prensa dio a conocer que él era hijo de Dios y, -quién lo discute-, también es el gurú de la conspiranoia. Un personaje que no podía faltar en el Salón de la Infamia de Argoff TV.



Nació en el Reino Unido en 1952 pero podemos decir que se reinventó después de algunas "experiencias místicas" que parece haber tenido. Pero primero no fue tan visible. Mantuvo un perfil bajo. Fue después de que escribiera una serie de libros de gran éxito como "La verdad los hará libres", "Los Hijos de la Matrix", "Alicia en el país de las maravillas, y la destrucción del World Trade Center" y "El secreto más grande", que Icke comenzó a considerar todo con seriedad. A partir de ese momento comenzó a dar conferencias y viajar por el mundo.

En su último libro, "Phantom I" asegura haber revelado el alcance y la esencia de lo que está ocurriendo mientras la gente está ocupada de su vida diaria. En él intenta dar respuesta a las interrogantes: ¿quién o qué determina la naturaleza de la vida diaria? ¿Quién o qué se esconde en la oscuridad de la sociedad global y tras el monitoreo continuo, y por qué?

Sin embargo, lo que podemos encontrar entre sus páginas no es diferente de lo que podemos encontrar desde mucho tiempo antes leyendo a Noam Chomsky o viendo la película de John Carpenter "Están Vivos" (They Live, 1988).

El periodista John Patterson, por cierto, explicó en su momento para el diario The Guardian que desde 2008, diversas asociaciones neo-nazis y antisemitas habían estado propagando por internet que el film es una alegoría sobre “el control judío del mundo”. No es diferente a lo que podemos encontrar leyendo a Icke.

Están vivos es en realidad una adaptación del relato Eight O’Clock in the Morning (1963) de Ray Nelson. En él, el protagonista es un trabajador de la construcción que encuentra unas gafas de sol especiales, a través de las que es capaz de ver que importantes personajes de la vida política y social son, en realidad, extraterrestres infiltrados en la sociedad. La idea del filme, era la de descubrir el verdadero rostro del capitalismo, donde la democracia no funciona.

El argumento de Están vivos sirve como antecedente de la película Matrix, por eso tampoco resulta sorprendente que ambas estén presentes en el mundo de David Icke. Aunque eso sí, la película de Carpenter toma más en serio la denuncia social.

Esto lo dejó mucho más claro John Carpenter después de darse cuenta de lo que estaba sucediendo. Hay una cierta moda con eso de interpretar las películas con fines de propaganda. Sobre todo entre radicales de derecha. En un tweet (abajo) con fecha 4 de enero de 2017 aclara que la película "es sobre yuppies y el desenfrenado capitalismo. No hay nada acerca de judíos tomando el control del mundo. Eso es calumnia y mentira".


Tal vez por esa razón David Icke no ha sido bienvenido en Berlín. Recientemente se dio a conocer que el hotel Maritim en Berlín confirmó que no quería realizar el evento en directo previsto para octubre de 2017. Sus detractores en Alemania le acusan de antisemita. Algo similar ocurrió en Canadá, y no es para menos.

Con esta clase de personajes hay que tomar distancia.

No hay comentarios.

ArgoffTV. Con tecnología de Blogger.