El Dossier que implica a sacerdotes de toda Italia en escándalos sexuales

GayNews, el primer periódico homosexual publicado en internet desde Italia ha compartido una publicación que rápidamente fue recogida por medios de todo el mundo. En esta se afirma que la Cancillería Arzobispal de Nápoles recibió un documento en formato de CD que contiene denuncias de orgías y comportamientos sexuales que por norma, están prohibidas entre sacerdotes y que estos a su vez prohíben a sus feligreses, tales como relaciones homosexuales, el pago por el servicio de prostitución masculina y el uso de chats para sexo en línea.

Según ElDiario.Es, la diócesis napolitana ha admitido la existencia del informe y ha anunciado una investigación a una docena de obispados.

El dossier, que cuenta con más de mil doscientas páginas y que involucra a más de 60 sacerdotes, ha sido presentado por Francesco Mangiacapra, quien ofrecía servicios sexuales a los miembros del clero y quien al parecer ha acompañado el archivo con numerosas capturas de su teléfono celular, como las que se muestran a continuación.

Entre los escándalos que más han llamado la atención de los medios, se encuentran los casos del director de una oficina diocesana de cuidado pastoral escolar que busca encuentros sexuales a través de una aplicación, el del coadjutor de la Basílica de San Giovanni en Laterano, que paga a sus acompañantes con tarjetas prepago, el párroco que organiza orgías en la rectoría, el guardián capuchino de Apulia que las organiza en un convento y el del seminarista siciliano que eyacula en la webcam frente a la estatua de “Nuestra Señora de Fátima”.

No sorprende la vida sexual de las personas. Al menos hasta ahora no se habla de violaciones u otras conductas de naturaleza delictiva. Sorprende porque ellos son quienes promueven entre sus seguidores la idea de que esos comportamientos son desordenados, indeseables y sobre todo, condenables, pero se permiten realizarlos y usando los recursos de quienes confían en sus palabras.

Este doble rasero injustamente impide a los miembros de la iglesia ejercer su sexualidad pero permite libertades a sus autoridades sin que los otros sepan que existe ese trato diferenciador. Así se generan conflictos en su base.